MELILLA Y EL SOLDADO
HISTORIAS DEL TEMPLARIO
MELILLA Y EL SOLDADO
Algunas veces da gusto ver la televisión cuando hablan de esta ciudad nuestra de Melilla y lo hacen de manera positiva. Ya era hora que así fuese pues estamos un poco hartos de que cuando se nombre esta ciudad, sea sólo para desprestigiarla o con fines partidistas.
Evidentemente, no vamos a decir que aquí no reproduzcan cosas malas, pero tampoco son tantas como nos quieren achacar unos cuantos “iletrados” por aquellas otras zonas del país.
Me refiero a que un espacio televisivo como es el programa de la cadena generalista Cuatro, “Cuarto Milenio”, se hizo cargo la otra noche del suceso ocurrido hace ahora, en este mes de enero pasado, cincuenta años.
Vinieron los del programa a grabarlo en el mes de diciembre último y bueno pudieron encontrarse con una Melilla bien diferente a lo que ellos pensaban. Estuvieron cuatro días grabando en el Cementerio de la Purísima Concepción de la ciudad para hablar sobre el conocido aquí como “el soldado de los milagros”.
La verdad que la mayoría de la población melillense y muchos de fuera, quedaron a ver a la misma hora dicho programa pues ya se había difundido que este fin de semana pasado sería el momento de su emisión.
Me gustó porque no utilizaron los arquetipos de siempre: ciudad fronteriza, donde se muestra nada más que la frontera y Melilla la Vieja, sino fueron al tema de su reportaje y hablaron con personas que de un modo u otro han tenido algo que ver en la difusión de este soldado.
Es el caso, por ejemplo, del escritor José Luis Navarro, el cual hace pocas fechas sacó una nueva edición de su obra “El soldado incorrupto y otros relatos” que ahora ha contado con la edición de la Fundación Gaselec.
En la primera edición del mismo, tuve la suerte de hacerle la crítica literaria para este mismo diario y lo que más me impactó en concreto de este tema, es la veracidad de lo que cuenta, sin poner nada que no sea irreal o dé lugar a la fantasía.
Navarro escribió la versión que creía más afortunada sin dar más explicaciones, con la sobriedad de alguien bien curtido en estas lides de la narración.
Asimismo, se recogió el testimonio de Juan Domínguez Lasierra, periodista que pasó varios años en Melilla y que nunca se desvinculó de la misma, pues siempre que podía la sacaba a relucir en el diario donde terminó su trabajo, El Heraldo de Aragón, y fue precisamente él quien gracias a otros melillenses como Juanjo Florensa o José Marqués, lo pusieron en la pista del pueblo natal del soldado, Cetina, en Aragón.
Este pueblo aragonés le colocó una plaza al soldado y sus familiares no sabían apenas nada de lo que aquí, muchos kilómetros más al sur, se veneraba a su hijo Benito, el cual moriría en “extrañas circunstancias” pues si bien se dijo en un principio que se suicidó, tampoco es un hecho demostrado, pues años más tarde cuando fue sacado de la fosa común, se comprobó que su cuerpo estaba incorrupto y que gracias a eso, se pudieron ver las heridas que no coincidían con un suicidio.
Pero como pasa siempre, no se investigó nada más y estamos ante un “caso abierto” que difícilmente se cerrará, pues ahora juegan otros elementos como el hecho de que el pueblo lo conoce por que suele “conceder” aquella ayuda que se le pide con fe.
En esta cuestión es en la que redundó el programa de televisión, puesto que la temática es la común en él, pero nos dejaron un buen sabor de boca, pues por fin, la ciudad no se vio menospreciada, sino todo lo contrario, fue para darle un “aliciente” más al que la visita, pues es una constante peregrinación el que se da para visitar la tumba del Soldado de los Milagros, Benito López Franco.
http://litteraevitae.blogspot.com/
FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ 03/02/10
MELILLA Y EL SOLDADO
Algunas veces da gusto ver la televisión cuando hablan de esta ciudad nuestra de Melilla y lo hacen de manera positiva. Ya era hora que así fuese pues estamos un poco hartos de que cuando se nombre esta ciudad, sea sólo para desprestigiarla o con fines partidistas.
Evidentemente, no vamos a decir que aquí no reproduzcan cosas malas, pero tampoco son tantas como nos quieren achacar unos cuantos “iletrados” por aquellas otras zonas del país.
Me refiero a que un espacio televisivo como es el programa de la cadena generalista Cuatro, “Cuarto Milenio”, se hizo cargo la otra noche del suceso ocurrido hace ahora, en este mes de enero pasado, cincuenta años.
Vinieron los del programa a grabarlo en el mes de diciembre último y bueno pudieron encontrarse con una Melilla bien diferente a lo que ellos pensaban. Estuvieron cuatro días grabando en el Cementerio de la Purísima Concepción de la ciudad para hablar sobre el conocido aquí como “el soldado de los milagros”.
La verdad que la mayoría de la población melillense y muchos de fuera, quedaron a ver a la misma hora dicho programa pues ya se había difundido que este fin de semana pasado sería el momento de su emisión.
Me gustó porque no utilizaron los arquetipos de siempre: ciudad fronteriza, donde se muestra nada más que la frontera y Melilla la Vieja, sino fueron al tema de su reportaje y hablaron con personas que de un modo u otro han tenido algo que ver en la difusión de este soldado.
Es el caso, por ejemplo, del escritor José Luis Navarro, el cual hace pocas fechas sacó una nueva edición de su obra “El soldado incorrupto y otros relatos” que ahora ha contado con la edición de la Fundación Gaselec.
En la primera edición del mismo, tuve la suerte de hacerle la crítica literaria para este mismo diario y lo que más me impactó en concreto de este tema, es la veracidad de lo que cuenta, sin poner nada que no sea irreal o dé lugar a la fantasía.
Navarro escribió la versión que creía más afortunada sin dar más explicaciones, con la sobriedad de alguien bien curtido en estas lides de la narración.
Asimismo, se recogió el testimonio de Juan Domínguez Lasierra, periodista que pasó varios años en Melilla y que nunca se desvinculó de la misma, pues siempre que podía la sacaba a relucir en el diario donde terminó su trabajo, El Heraldo de Aragón, y fue precisamente él quien gracias a otros melillenses como Juanjo Florensa o José Marqués, lo pusieron en la pista del pueblo natal del soldado, Cetina, en Aragón.
Este pueblo aragonés le colocó una plaza al soldado y sus familiares no sabían apenas nada de lo que aquí, muchos kilómetros más al sur, se veneraba a su hijo Benito, el cual moriría en “extrañas circunstancias” pues si bien se dijo en un principio que se suicidó, tampoco es un hecho demostrado, pues años más tarde cuando fue sacado de la fosa común, se comprobó que su cuerpo estaba incorrupto y que gracias a eso, se pudieron ver las heridas que no coincidían con un suicidio.
Pero como pasa siempre, no se investigó nada más y estamos ante un “caso abierto” que difícilmente se cerrará, pues ahora juegan otros elementos como el hecho de que el pueblo lo conoce por que suele “conceder” aquella ayuda que se le pide con fe.
En esta cuestión es en la que redundó el programa de televisión, puesto que la temática es la común en él, pero nos dejaron un buen sabor de boca, pues por fin, la ciudad no se vio menospreciada, sino todo lo contrario, fue para darle un “aliciente” más al que la visita, pues es una constante peregrinación el que se da para visitar la tumba del Soldado de los Milagros, Benito López Franco.
http://litteraevitae.blogspot.com/
FERNANDO SARUEL HERNÁNDEZ 03/02/10
Artículo publicado en el dominical "La Voz" del diario "Melilla Hoy,
el 7 de febrero de 2010.
0 comentarios