Entrevista a Luis Miguel Bajén, hoy domingo 18 de septiembre en Heraldo
HERALDO DE ARAGÓN
Domingo 18 de septiembre 2011
Entrevista: Luis Miguel Bajén Texto: Juan Domínguez Lasierra
Los dances aragoneses son únicos en Europa
Siete años de intenso trabajo de investigación a este apasionado de las raíces aragonesas en el mayor experto -y defensor de la contradanza de Cetina
La aparición del libro Rito y misterio del dance y la contradanza de Cetina es un acontecimiento cultural de primer orden. No en vano, detrás de esta publicación está el trabajo incansable y apasionado, durante muchos años, de un folclorista como Luis Miguel Bajen. La última vez que lo entrevisté hablamos de la necesidad de que estas representaciones de la cultura popular tuvieran un aval patrimonial.
Recientemente se ha conseguido. La Contradanza de Cetina ya ha sido reconocida por el Gobierno de Aragón como Bien de Interés Cultural, lo que supone el primer caso de patrimonio inmaterial aragonés incluido en esta categoría.
Defíname la contradanza de Cetina.
Es una danza de máscaras que se celebra por la noche a la luz de unas antorchas, viva en pleno siglo XXI. Aúna misterio, destreza, emoción, música repetitiva e hipnótica, el poder evocador del fuego y de la máscara Durante la función, ocho contradanceros encaretados y un personaje llamado el Diablo representan ante el público diversos cuadros alegóricos y una pantomima final en la que figuradamente se da muerte al jefe de la danza, el Diablo. El que la contempla por primera vez suele quedar con la boca abierta, con una sensación en la que se mezclan el entusiasmo y la extrañeza.
¿De cuándo datan sus vestigios más antiguos?
De momento no hemos encontrado testimonios escritos muy antiguos, pues la contradanza se transmite de forma oral y se organiza espontáneamente entre los jóvenes del pueblo, sin intervención de ninguna institución, ni la Iglesia ni el Ayuntamiento ni la cofradía del santo. Sí hay una referencia escrita a la celebración de una mojiganga en Cetina en 1751 durante la noche de la fiesta, que podría ser el origen de la actual contradanza.
¿Podríamos considerarla una mojiganga con fusión elementos folclóricos a lo largo del tiempo?.
La contradanza de Cetina es de difícil adscripción. No es una mojiganga al uso, aunque tenga elementos de este género carnavalesco, que, por cierto, es un género teatral muy importante en la cultura hispana que tiene su origen en Aragón. Aunque la contradanza de Cetina tiene relación con las mojigangas valencianas, es un caso único; es más bien una mascarada con distintas figuras alegóricas en que al final se representa de manera grotesca la muerte y resurrección de un héroe peludo y saltimbanqui.
¿Esta sería su característica diferencial? ¿Cuáles son esos elementos que la hacen única?
El que sea una danza de máscaras que se celebra por la noche a la luz de las antorchas, es algo único en Europa También lo es su peculiar mezcla de equilibrismo, danza y mimo, que hacen de ella una de las muestras más antiguas del teatro popular europeo y mundial.
Es como una gran escenificación teatral, con sus actos, aquí llamados mudanzas, y con elementos paganos y cristianos que se han ido añadiendo a tos primitivos.
Efectivamente, es teatro ritual antiguo, que mezcla elementos trágicos y cómicos y tiene raíces en el chamanismo y en los rituales paganos, aunque la oclusión de figuras religiosas del imaginario cristiano haya permitido su supervivencia.
¿Podríamos hablar de un auto sacramental a la manera popular?
No exactamente. El dance, que es la representación que tiene lugar por la mañana, está más cercano a los autos sacramentales, que buscan la difusión de la doctrina católica a través del teatro popular. La contradanza, aunque presenta figuras religiosas a través de torres humanas, tiene otras partes dedicadas á animales tótem, como la araña o el lagarto, a diversos oficios o a la simple imitación de figuras. Además, la mudanza final, El afeitado del Diablo, la emparenta muy claramente con las antiguas danzas del oso europeas, en las que un personaje peludo, representante del mundo telúrico y salvaje, no civilizado, es afeitado y muerto.
La figura del diablo es especialmente interesante, porque sus roles en la representación son varios y contradictorios
Como bien dice, es la clave. Como me dijo una mujer de Cetina: «Le dicen el Diablo, pero hace de santo». Su característica fundamental es el pelo: lleva pintados bigote, perilla y grandes Patillas negras. Por atrojado, a lo largo de la representación danza con una gran agilidad, coronal los distintos castillos humanos y realiza saltos y cabriolas espectaculares. Creo que es la supervivencia de un personaje gatuno de las antiguas mascaradas carnavalescas. Pos su vestimenta y su actitud tiene relación con el Gathia o Gato de las mascaradas vasco navarras, los Cípotegatos del Moncayo aragonés o el arlequín de la Comedia del Arte, que lleva una máscara con rasgos de gato. Pero también tiene relación con el oso afeitado, muerto y resucitado de algunas mascaradas de Carnaval.
Llegar a esta conclusión, ¿cuánto tiempo le ha costado?
Desde siempre me ha interesado la antropología, a través de grandes estudiosos como Violant i Simorra, Caro Baraja, Arcadio Larrea, Violet Alford o Márius Schneider. Por otro lado, me ha chocado la escasez de estudios sobre la cultura popular aragonesa, clave para entender la identidad ibérica, y la ausencia de una buena Monografía sobre la contradanza de Cetina era un caso paradigmático. Durante siete años me he dedicado a entrevistar y grabar a los vecinos de Cetina, creando el Archivo de Tradición Oral de Cetina. Los testimonios orales de los vecinos, especialmente de los viejos danzantes y contradanceros, son fundamentales para estudiar este tipo de celebraciones populares que se han transmitido de viva voz. También hemos realizado un importante acopio de fotografías antiguas con ayuda de Pedro Mancebo y la Asociación Cultural El Batán. Respecto a la documentación escrita tenemos la suerte de contar con un gran historiador local, Joaquín Ibáñez que había realizado previamente diversos estudios y recopilaciones documentales. Por último, ha sido fundamental grabar y fotografiar la contradanza durante varios años, vivirla en directo, porque su plasticidad y belleza sólo puede apreciarse en plenitud el día de la fiesta, aunque pueda trasmitirse parcialmente través de la fotografía o el vídeo.
Poner en pie la contradanza es un esforzado trabajo ¿Qué habría que hacer pana asegurar su continuidad?
No creo que sea buena la intervención directa de los poderes públicos en las manifestaciones populares. La contradanza ha sobrevivido gracias a su independencia y así debe seguir. La mejor manera asegurar su continuidad es fomentar el empleo entre la gente joven de Cetina: agricultura y ganadería ecológicas, defensa de los productos locales y apoyo institucional a la creación de pequeñas empresas que asienten la población. No puede ser que la gran ciudad, Zaragoza, esté rodeada de un páramo moribundo: desde la ciudad tenemos que apoyar la cultura y la economía rurales. El que Cetina cuente con estas dos joyas del patrimonio cultural, el dance y la contradanza vería servir para ayudar a los cetineros a sobrevivir con dignidad.
No podemos olvidar la otra manifestación folklórica cetinera: el dance.
Tiene lugar ese mismo día pero por la mañana y es un conjunto de danzas de niños con castañuelas, palos y espadas que acompañan a varias partes teatrales. En una parte se describe en verso la vida del patrón de Cetina, San Juan Lorenzo, y en otra dos pastores, a la manera de los antiguos payasos de las farsas grecolatinas, declaman con gracia lo sucedido a lo largo del año. El dance se cierra también con una curiosa mudanza en que también se da muerte al jefe de la danza para sustituirlo finalmente por un joven cabecilla. Dance y contradanza son dos ritos primaverales que se complementan, son dos caras de la fiesta, cuyo misterio intento desvelar en el libro.
¿La danza de Cetina responde a los cánones habituales de este tipo de espectáculos tan frecuentes en Aragón o tiene algún elemento diferencial?
Los dances aragoneses son únicos en Europa, una maravillosa muestra de nuestra cultura popular mudéjar. En el libro explico que nacieron en el siglo XVII, después de la trágica expulsión de los moriscos, como instrumento para adoctrinar religiosamente a una población contaminada a ojos de la Iglesia por tantos siglos de convivencia de cristianos, moros y judíos. Sin embargo, gracias a los dances han sobrevivido elementos populares muy antiguos de diversas artes: danza, música, teatro, poesía y circo. En Cetina, a diferencia de lo que sucede en la mayor parte de los dances aragoneses, los danzantes niños, al igual que en algunas danzas primaverales ibéricas. Este protagonismo infantil ha permitido una muy buena conservación y la supervivencia en Cetina del antiguo traje ritual perdido en otros lugares. Esta vestimenta, que hace del danzante mitad soldado mitad sacerdote, consta de las características faldas y de dos modelos distintos diferenciados para el día de la víspera y el de la fiesta, uno azul y el otro rojo. Por otro lado, la mudanza final, La rueda de las espadas, es una de las danzas sacrificiales mejor conservadas de Europa.
¿Va por buen camino el patrimonio folclórico en Aragón? ¿Qué papel deben jugar las instituciones?
En España y, especialmente en Aragón, se da un fenómeno muy curioso: tenemos una cultura popular riquísima y un gran desconocimiento y desprecio hacia ella por parte de la élite cultural. Es lo que una socióloga americana ha definido como cultura cursi, dominante en nuestro país en las últimas décadas, que pretende, acogiéndose a la última moda y renegando de las raíces rurales de la mayor parte de la población, arrogarse de modernidad. Por suerte esto está cambiando. La cultura popular tradicional tiene mucho que aportar al mundo actual.
¿Cómo se ha gestado su libro sobre la contradanza?
Hemos logrado hacer un libro que demuestra la dignidad, la belleza y la profundidad ritual de estos ejemplos vivos del teatro popular mediterráneo. El apoyo fundamental ha sido de la Diputación de Zaragoza y del Ayuntamiento de Cetina. Queríamos hacer una pequeña joya editorial y eso cuesta dinero. Ha sido fundamental el respaldo incondicional de los vecinos de Cetina, las magníficas fotos de tres grandes fotógrafos aragoneses (Jesús Rubio, Javier Romeo y Santiago Cabello). Por supuesto, no es un libro definitivo porque, por suerte, la cultura popular es tan rica que admite distintas interpretaciones. Sí espero que abra puertas a nuevos estudios y enfoques sobre nuestra cultura.
En recuadro: Músico, filólogo y etnógrafo aragonés. Miembro de Biella Nuei, grupo dedicado a la música popular aragonesa, y Profesor de Folclore en la Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza. Premio Nacional de Folclore 2002.
Dirige el Archivo de Tradición Oral de Aragón, el primero de su tipo en España, una institución de referencia en la recopilación, estudio y divulgación de la cultura popular de esta comunidad. Ha publicado hasta la actualidad varios estudios y antologías sonoras: Monegros, música tradicional de Aragón; Camilo, dulzainero de Las Parras de Castellote; Los dulzaineros de Alcañiz; La tradición oral en las Cinco Villas; La tradición oral en el Moncayo; La gaita en Monegros; Alan Lomax en Aragón, Memoria de los Hombres-libro; Un héroe en zapatillas, Pedro Martínez Baselga y su museo de juegos y juguetes infantiles; Músicas de la tierra. Melodías, bailes y músicos populares en la provincia de Zaragoza.
Con Biella Nuei ha publicado una trilogía de discos de creación musical: Las aves y las flores, Solombra y Sol d´ibierno. En colaboración con músicos occitanos ha editado los librodiscos: Pirineos y Pirineos mágicos. En la actualidad forma parte de dos proyectos s musicales de colaboración inter nacional: Casser le mur-Romper el muro, con músicos de Marruecos y Aragón y La Fraternité, con músicos franceses y catalanes
Autor foto en Heraldo: Oliver Duch
Pie de foto: Vocacional y vehemente. Luis Miguel Bajen lleva toda la investigando y divulgando el folclore aragonés. Fue Premio Nacional de Folclore 2002
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