Heraldo, lunes 21 de mayo: De batallas Medievales a contradanceros
En Cetina. La luz de las antorchas iluminó tas mudanzas o figuras hechas por los ocho contradanceros y el diablo. Su coincidencia con la noche del sábado hizo de esta tradición ancestral una de las más multitudinarias de los últimos años.
De la recreación de batallas medievales a los puestos de artesanía o los movimientos a la luz de las antorchas de los contradanceros. Este fin de semana, decenas de municipios han celebrado jornadas culturales o recordado antiguas tradiciones. Iniciativas que han llenado de vecinos y visitantes algunos municipios de la provincia de Zaragoza.
María de Huerva ha querido recordar el esplendor que tuvo en la época medieval recreando la Edad Media en sus calles. La Asociación Cultural y Recreativa Al Marya y el Ayuntamiento de esta localidad del área metropolitana han organizado estas jornadas de convivencia y animación con las que han pretendido potenciar el conocimiento de la localidad y contribuir a su difusión turística.
No faltaron exhibiciones de trabajos con el barro, talleres de arqueología, escribanía, aromaterapia…, así como atracciones para niños como la caravana de burros o tiro con arco. Una exhibición de cetrería y la recreación de una lucha medieval protagonizaron Ia jornada de ayer.
En Cetina, la magia de la contradanza atrajo a cientos de visitantes a este municipio de la comarca Comunidad de Calatayud. La coincidencia en fin de semana hizo que las calles de la localidad se llenaran para ver una tradición que a principios de este año fue declarada bien de interés cultural inmaterial
Antes del inicio de la contradanza, una tormenta de agua descargó en Cetina y, aunque el suelo de la plaza de la Villa estaba mojado, lo que complicó los movimientos de los contradanceros, estos nueve jóvenes no dudaron en bailar por San Juan Lorenzo. Las antorchas, encendidas en la hoguera que prendió la primera vara de la cofradía, iluminaban las mudanzas, las figuras que los cuerpos de los protagonistas iban formando.
Y, de nuevo, hacia la mitad de la representación, se sumó la lluvia. Los encargados de representarla, como si nada, continuaron. No cesó la repetitiva música y el tesón, concentración y entrega de los contradanceros hizo todavía más emotiva y épica esa manifestación etnográfica, que es mucho más que un bello espectáculo para el pueblo de Cetina.
C.ADÁN/S.LACÁRCEL
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