Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida:
esos son los imprescindibles.
Bertolt Brecht
Cuando me muera
Cuando me muera, si es que me muero, pueden cerrar la luz.
Si aún es necesario, bájenme a buena tierra -sin cruz-,
para seguir teniendo la misma suerte con menos sed,
para ver los amigos que hace algún tiempo quisiera ver.
Cuando me muera, si es que me muero, pueden jugar así:
que alguien me haga cosquillas a ver si lo puedo resistir.
Otro puede inventar que me gustaría una canción,
y la mujer que quiera, que juegue a hacerse la que me amó.
Cuando me muera, si es que me muero,
no iré con Dios ni con Satán.
Me iré conmigo a buscar más cosas a otro lugar,
pues tanto el cielo como el infierno me sientan mal.
Cuando me muera, si es que me muero, déjenme como esté:
mejor que no me vistan ni me afeiten para después.
Es muy posible que ande con un mecánico de ocasión,
una caja de fósforos ya vacía y una canción.
Cuando me muera, si es que me muero y estoy con todos bien,
si ando muy complaciente, cebado y con algo que perder,
hagan lo que les plazca con lo que quede entonces de mí,
porque no me interesa lo que le pase a un señor así.
Cuando me muera, si es que me muero,
no iré con Dios ni con Satán.
Me iré conmigo a buscar más cosas a otro lugar,
pues tanto el cielo como el infierno me sientan mal.
(1970)
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Amigo Antonio: Hago mías las palabras de Machado:
Más que un hombre al uso, has sido, en el buen sentido de la palabra, BUENO.
Una vida intensa, de dedicación constante a tu pueblo, a mejorar las cosas, sin ningún egoísmo, con altruismo de miras, pensando en la gente, pensando siempre en una sociedad mejor y más justa. Este es tu legado.
Este sería; nuestro recuerdo.
Pido a la asociación El Batán, por la que tanto hiciste, que de hoy en adelante se pase a llamar: Asociación El Batán Antonio Cortés. Es una forma de recordarte, de tenerte siempre con nosotros, de reconocerte mínimamente tus esfuerzos y dedicaciones constantes, de hacerte nuestro homenaje. Termino, como empecé con los versos de Machado:
Y cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.
Cetina, 12 de octubre de 2014
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